La plaza, llamada de esta forma, por haber funcionado como estacionamiento de coche de caballos, a finales del siglo XX, se encuentra hoy en día, siempre llena de vida, con numerosos turistas y pintorescas carrozas esperando por pasajeros. Al centro de la plaza, se alza la estatua de Pedro de Heredia, fundador de la ciudad, mientras que en su costado poniente, reluce el famoso Portal de los Dulces, corredor donde abundan locales y puestos, ofreciendo los tradicionales manjares de la costa caribeña colombiana.